viernes, 13 de noviembre de 2009

la comida en la literatura

RELATO PERSONAL

Os voy a contar una vivencia que vivió mi abuelo cuando tenía 16 o 17 años.
Un día llegó a su casa del campo de trabajar con su padre, cuando entrando por la puerta de su casa notó un olor "buenísimo" que venía de la cocina, ese olor lo conocía muy bien eran pestiños.
Se fué corriendo para la cocina y comenzó a buscar por todos lados, cuando le quedaba solo un mueble de la cocina por abrir no dudó ni un segundo en abrirlo para comerse todos los pestiños que pusiese y asi lo hizo lo abrió, cuando de repente sintió un gran dolor en la mano, su madre le había puesto una trampa para que nadie comiese ninguno hasta que ellla lo mandara, las palabras que me dijo mi abuelo fueron "que encogía era mi madre" yo me lo pase muy bien escuchando esa vivencia de mi abuelo que es muy graciosa,creo que desde entonces mi abuelo no ha vuelto a probar un pestiño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario